“El
futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños.” Eleanor
Roosevelt.
La
mañana me invita a disfrutar del abrazo de un despertar distinto, la tibieza del aire que roza mi espalda, el
tic tac de los relojes que se coordinan para calmar mi espíritu, pronto el café
se sumará a este momento de creación y encuentros. No recuerdo cuándo fue la última
vez que me puse a hornear las palabras y
las entregué a disposición del despertar del alba, son eventos que no deberían
perderse aun con los compromisos sociales y el trabajo. Sin embargo todo lo que he
avanzado me hace retroceder a estos instantes de paz y serenidad plena.
Otra
vez la melodía penetrando los poros de mi piel, otra vez cerrar los ojos y
soñar con paisajes maravillosos, ese recorrer de bosques infinitos, el trinar
de los pájaros en mi ventana, las cascadas que inundan la fuente de mi
imaginación -“Hay cosas que no necesitan
mirarse para que te llenen de gozo”-. Fue así como construí los cimientos de mi
poesía, como fui creando un mundo paralelo aislada de la realidad pero con los pies
bien puestos en la tierra. A ratos entro ahí para empaparme de magia, para que
la pluma habite con frenesí los senderos y extasiada de tanta belleza despierto para
volver a sacar el pincel de mi alma.
Vivian
Ceori ©®
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