Se puede tocar con las palabras lo que no se ve con los ojos, se puede besar con poesía los labios que yacen dormidos; se puede también por un instante infinito... "¡Cambiar el mundo¡".

lunes, 26 de octubre de 2015

Luna, amanecer y tú


Las noches se han vuelto sublimes brazos que aúnan tu recuerdo, navego por mis rincones desolados. Y la luna, ella que a veces me acompaña para llegar a tu balcón, está más cerca de ti que mis propios pensamientos, que a veces se pierden en los vaivenes de las olas. Ah!!...ella siempre compañera, siempre fiel, confidente, amante plena, que lleva y trae los mensajes que saca de nuestros latidos, a veces agonizantes y agrietando las paredes de la ausencia.

Mi primavera poco a poco va entibiando mi lecho, así las noches no congelan tanto mi alma, y me levanto para caminar descalza por las habitaciones vacías, buscando un fantasma desvelado que se roba mis sueños a horas y kilómetros de distancia.

Te oigo  decir mi nombre; amante y desesperado, escucho tus reproches hacia el reloj, que no pasa veloz el tiempo para un pronto encuentro. Te oigo mientras duermo apagando mis dolores, y me enredo en las sábanas que van cambiando de colores haciéndose un mar profundo que recoge mis huesos.

Floto desde el peso de la vida que se ha vuelto cada vez más insostenible, y navego hasta la orilla que me levanta cual pluma ligera, y pone mis pies en la arena para comenzar a escribir la nueva hoja. Esa que lleva rayos de plata en el mar nocturno y rocío del alba que perfuma tu amanecer, mientras  voy despertando al amor desde el otro lado de mi océano.
“Ceori”


miércoles, 21 de octubre de 2015

Devoraré tu recuerdo

Una huella tuya es como alimento que enciende mis ojos al saberte tan cerca, aún en el silencio que nos limita el tiempo que se pasa veloz. Y aún en la distancia que desvanezco  sólo cerrando mis ojos para abrazarte.
Cerraré mis ojos 
para imaginarte en mi cuerpo,
recorriendo mis curvas,
acariciando mis cerros,
dibujando en mi venus,
con cinceladas ardientes,
bañándome en tus aguas,
dulces, tibias, transparentes.

Evocaré tu fragancia
que me incita a tenerte,
caminaré por tu recuerdo
hasta llegar a tu fuente,
beberé de tu pozo: 
amante, amigo y confidente.
Y abriré mis ojos 
cuando te tenga en frente.

Morderé tus labios 
para despertar del sueño,
y solo ahí dejaré que desnudes;
alma, corazón y mente.
Cerraré  mis ojos nuevamente,
para sentirte mío 
sin temor a perderte.

Y me dormiré en tu pecho 
hasta que nos descubra el ayer
…atados al presente. 
“Ceori”





lunes, 19 de octubre de 2015

Volar lesionada

Aprendí a volar por fuertes vientos
por los amaneceres grises,
siempre inquieta e incansable,
hasta ver llegar la luna.
Aprendí a divisar el faro
con los ojos en penumbras.

Aprendí a danzar en las alturas
a hacer piruetas y aterrizar
de muchas maneras.
Aprendí a frenar y a descansar,
y cómo volver rumbo al cielo,
aprendí a reconocer mi mar.

Pero hubo un vuelo
que anunciaba un final
no más vuelcos bruscos
no más noches desveladas,
no más mar y luna plateada.

Y me quedé paralizada,
Anestesiadas las Alas,
mudas las emociones,
sin saber si era de día o de noche
o en qué fecha y lugar estaba.

Un vuelo que confundía
hasta el sonido de las palabras,
piruetas en mis sueños
e ilusiones en la nada.

Aprendí que dormir
es volar sin cuerpo y sin alas,
que en el silencio más simple
se hacen ecos detrás de las montañas.

Que la nostalgia no es más
que negarse a abrir la ventana
y que el dolor no es amigo
pero tampoco el bandido
que te corta las alas.

Aprendí a volar lesionada
y sin quejarme de la marea
que a veces azota más fuerte,
pero cada vuelo es una tarea,
y  cada viaje  un motivo
para alzar la mirada.

Entonces: Vuelo lento
vuelo bajo, pero vuelo a mi manera,
y no me doy por vencida
aunque se estropeen las velas.
“Ceori”


jueves, 15 de octubre de 2015

Mi amado mar

Nací  a los pies del mar, me críe con las olas, siempre caminé de la mano del viento, siempre con sonrisas: niña, inquieta y soñadora.
Cambia el mar y la mujer
ahora que se han desbordado,
y con tanto remolino
a veces deja lesionados.
El vuelo conoce de arrebatos
y borra las huellas del pasado,
ahora las alas se dejan tocar 
y el mar se recoge,
para que los pensamientos
se acomoden y escuchen
el grito de amor lejano.

Entonces; me paro en frente
del mar que conoce tan bien
mis sentires como mis verdades,
sigilosa le miro por horas
mientras el viento susurra:
“luchad por lo que llena tu alma
aunque lloren los recuerdos,
dejad que caiga la desdicha
lejos de lo que es el ahora,
porque el mar besa tus pies
y también lava las culpas,
el mar calma tus tristezas
y él arrebata las pasiones,
el mar guarda los secretos
y tú los sinsabores”.

Nací a los pies del mar, sangre salada llevo en mis venas, y un corazón azul que a veces a hombres encadena, pero la verdad es: que sólo al mar doy mi vida entera.
“Ceori”
Pintura: Michael & Inessa Garmash 

miércoles, 14 de octubre de 2015

Extrañar bajo la lluvia

Anoche las gotas golpearon mi ventana, sacudió el viento las paredes del recuerdo, llovió sobre mi lecho desolado, murmuró el sonido del agua, se enfrío mi cuerpo cristalizado y me desvelaron los pasos  de la ausencia.
 Azota fuerte el viento
en mis pensamientos,
se revuelve el amor,
se marchitan los versos,
al ver que marchas
mientras la lluvia cae
y sólo quiero oír tu voz
al otro lado de mi pecho.

A veces los ojos
se vuelven taciturnos,
mientras veo volar
las hojas por mis pasillos.
¡Hoy más que nunca!
mi cuerpo necesita tu abrigo.

A veces soñarte, no es fácil…
¡Amarte!… solo sé de eso,
pero hay momentos
en que necesito tu mirada,
y no inventar esos ojos
que se borran con el tiempo.

Azota el viento en mi amado puerto
la lluvia cae ensimismada,
y yo tan sola en mi lecho
la acojo en mis sábanas heladas,
para quedar una vez más
con el alma congelada.

¡Ay! de tanto pedir que lloviera
el agua se volvió mar de lágrimas,
saldré a deambular por las calles
para mojar tu recuerdo,
a ver si al volver a casa
te encuentro prendiendo el fuego.

“Ceori” – Del baúl de los recuerdos


martes, 13 de octubre de 2015

Esperar el amor

Una rosa sueña con la compañía de las abejas, pero ninguna aparece: El sol pregunta: - ¿no estás cansada de esperar? - . –Sí – Responde la rosa  - , pero si cierro mis pétalos me marchito.  (Del manuscrito encontrado en Accra – Paulo Coelho)
Hay momentos en que la espera marca cada pétalo de la rosa, las estaciones van haciendo cambios, el amor estuvo y marchó, o quizás jamás se le ha visto rondar por los jardines de ella. Pero si uno anda en busca del amor, él se esfuma cual caballero veloz por las tierras lejanas del desamor. A veces dar exceso de amor a quien no lo siente con la intensidad de un poema, hace que la otra persona espere la misma dosis. Pues no es así, en el amor ambos protagonistas ponen su cuota, y la balanza a veces jamás llega a equilibrarse, porque uno siempre va dar más, y aquel mismo se va a marchitar esperando que la retribución sea de la misma manera.

Entonces: qué le digo a ese amor que habita en el ser:que aprenda a vivir de los momentos y a beber el agua de la fuente ahora, que todo se agota, que todo fluye río abajo. Que no amarre, que no traiga cadenas. En la medida que el amor se siente libre, hace que no pesen las alas. Porque imponer un amor, porque obligar al corazón a que desmaye antes los pies, sólo para sentir que se tiene algo seguro. Eso es esclavizar el alma libre.

Dejad volar el amor cual ave emigra en busca del abrigo y permanecerá apacible. Y no lloréis sobre el amor que no existe, no os canséis de esperar, no exijáis. Permaneced en el jardín cuidando que no se quemen las raíces…ya vendrá el tiempo en que  la rosa abrazará con fuerzas perfumando el corazón del ser amado.
“Ceori”

Por lo tanto, incluso cuando el amor no aparece, continuemos abiertos a su presencia  (Del manuscrito encontrado en Accra – Paulo Coelho).



jueves, 8 de octubre de 2015

Relatos bajo la luna

No quería volver  allí, donde mi mar se había arrebatado, le había tomado una cierta distancia, pero la noche  y la luna se hicieron cómplices para espantar los miedos y hacer brillar  nuevamente mis pececitos de plata. Brillaban también mis ojos al verte tan serena, tu espuma ahora era, como caricia ligera, mientras los faroles de mi playa se mezclaban con los  reflejos de luna.

Era una noche fría donde tanto te extrañaba, que el viento helado me encontró, buscando tus huellas tibias, y susurró palabras a mi oído, que me llenaron de magia. Me hubiese quedado ahí, petrificada, ensimismada en mis recuerdos mientras la luna alumbraba,  pero mi cabeza un poco confundida quería llegar al calor de nuestra casa.

Allí, en esa soledad llena de silencios que hablan, cerré mis ojos y besé tu cara. Tomé la pluma que ya llevaba bastante tiempo guardada y dibujé tu cuerpo para que me abrazaras. Ya no había tempestad, llegaba por fin la calma, poco a poco en ese abrazo, mis dolores se marchaban, al mismo tiempo que al abrir mis ojos tu silueta se esfumaba. Alcancé a quedarme con el sabor de tus besos y  con las caricias suaves que dormida me dabas. 

Nuevamente yacía en el sigilo de la noche, con tu imagen traspasando el pensamiento y la luna titilaba como mil estrellas alborotadas. ¡Ay! eran los latidos de mi corazón que se aceleraban, al tratar de saber si era real o un sueño que me fundí en tu almohada…
Tan fría estaba la noche, tan serena la luna, tan quieto el mar y tan nítido tu recuerdo.

“Ceori”

miércoles, 7 de octubre de 2015

Susurros del viento

Afuera el viento azota fuerte, el mar ruge estruendosamente, mis paredes crujen con el sol, en contraste con el frío que se cuela por las rendijas de mi alma, mis recuerdos danzan en mi mente., y te imagino marinero: viajero, ligero,  cual pluma se eleva al pensamiento. 
Te imagino callado  y sereno
para no espantar los momentos,
te imagino del todo  presente 

y en cada nota que nos damos,
te imagino suspirando ardiente
bajo los montes  y valles
que hicimos cómplices confidentes.  



Te imagino cerrando los ojos
para capturar las escenas, 
y rozando tus labios
para extraer el sabor del ayer. 

Te imagino sustrayendo
de las sábanas el pecado
y el olor del deseo
que con ternura regamos.



Te imagino y te traigo
a mi  tarde somnolienta,
donde el viento susurra
encuentros  furtivos,
sin temor a mostrarse
con la pasión abierta.


Te imagino y te toco
con la yema de mis dedos,
te imagino y respiro
el perfume extasiado
¡ah!... ¡quien pudiera ser el viento!
y rozar  tu mano,
para caminar contigo
hasta el ocaso dorado…

Afuera el viento grita 
¡amor! … ¡cuánto te extraño!
y adentro el pecho arde
por beber un sorbo de tus labios.
 “Ceori”




martes, 6 de octubre de 2015

El regreso

Con un soplo de viento, con el canto del mar, con las aves que vuelan, con un frío rozar. Con las plumas contentas, vuelvo a mi lugar, a besaros con los versos a quien me permita dar.
Volver, a tocar tus olas bravas 
volver a verme en tu reflejo, 
quedarme junto a la bruma
y sentir que nunca estuve lejos.

Volver y abrir la ventana,
para dejar entrar  la luz,
y los colores que llegan
desde mi primavera mojada. 


Volver y quedarme
Contemplando el momento,
en que mis ojos reciben
el dulce amor y sustento.

Acuarelas  y azules
que se pintan de la nada,
alzar la  mirada al cielo
anunciando  mis plegarias,
y saber que regreso
a esta humilde morada,
de mar y de viento
se viste mi llegada.

De colores intensos
que penetran mi alma,
con los rayos dorados
de un sol que soslaya,
y con plumas  pequeñas
para que no duela nada.

Hoy vuelvo a mi ventana
de mar, poesía y de alas.
“Ceori