Se puede tocar con las palabras lo que no se ve con los ojos, se puede besar con poesía los labios que yacen dormidos; se puede también por un instante infinito... "¡Cambiar el mundo¡".
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lunes, 6 de marzo de 2017

Vientos de cambios

Dícese de los  cambios que siempre traen novedades, modificaciones que a veces nos desconciertan, pero que con el tiempo nos vamos adaptando a esos vientos nuevos, brisas llenas de transformaciones que nos van amoldando.



Acontecen brisas versátiles, aunque  la diferencia entre el ayer y el hoy se nota bastante, son los vientos de cambios que se expresan en nuestros rostros ansiosos de recibir las nuevas estaciones. Ya fueron muchos rayos de sol dorando mis cascadas, y muchas travesías que desviaron mi ruta.  Es hora de reconstruir  lo que desarmó el paso del tiempo, es hora de retomar aquellas sendas desiertas por el látigo de la ausencia, es hora de retomar el hilo que me sostiene en esta ventana llena de momentos vividos.

Sin embargo, el ser humano necesita ver, sentir, y vivir, el ser humano anhela saber que realmente aquella persona del todo intangible y lejana realmente existe. Es viable y está en todo su derecho, porque el corazón lo pide a gritos, porque los ojos exigen regocijarse con la presencia, las caricias, el amor, el cuidado, el cariño. Y es por eso que tenemos la capacidad de aguantar, de dar y de recibir con los brazos abiertos.

Muchos  se han marchado, nuevas alas, nuevos vuelos, nuevos intereses, nuevos proyectos. Me gustan las cosas nuevas, pero jamás me han gustado las despedidas, me gusta más abrazar en el reencuentro. Y aquí estamos los que nos negamos a dejar este hogar tan lleno de personas con buenos sentimientos. En honor a ustedes mi pluma sigue escribiendo, y vuela junto a aquellos que aún vibran con la tinta de esta gaviota, poeta, a veces tan fugaz como el viento y otras veces muy ensimismada y quieta. 

Vivian Ceori ©® 
Pintura : Vladimir Volegov