De noche
salen a deambular las esperanzas bordadas, entre el mar y la luna el corazón se
hace agua. De noche vuelven las caricias que bajo la luna tus manos en mi
cuerpo dejaran.
No eras
bruma entre el mar
no eras
estela en el cielo
no eras
canción de noche
eras la
luna en mis cerros.
Y te
quedaste mirando
mis ojos
fijos de nuevo,
hasta
penetrar mi alma
hasta
deshacer el duelo.
Y entre
las sombra negras
tu luz se
iba asomando,
no eras
un extraño farol
eras tú
en mi sendero.
Y te
seguí codo a codo
hasta
alcanzarte serena,
¡ay luna,
luna tan llena
a mis
pupilas consuelas!.
Entre las
rendijas del mar
te dejé
entrar silente
con tus
pasos de plata
me
arropaste indulgente.
Quedamos
juntas rondando
la noche
pasada y presente,
aquella
que se llevó al hombre
posándome
un beso en la frente.
Decía que
él se marchaba
por sus
caminos dolientes
...¡sé
feliz con tu mar!...
sé feliz
y no regreses.
Que
cuando asoma la luna
tu
corazón viaja en mi mente
para
quedarse conmigo
y desde
ahí ser mi fuerte.
No eras
la bruma en el mar
eras la
luna omnipotente.
llenándome
con tu caudal
de
sublimes voces elocuentes.
No eras
canción de noche
eras
majestuosa e imponente...
“Ceori”