Con los ojos cerrados,
dibujo tu rostro,
acaricio la piel
que reservo a mi antojo.
Te seduzco en el tiempo,
¡te condecoro!,
y te invito a quedarte
en mi mundo sonoro.
Donde se moja la fruta
que comerás con esmero,
donde recibiré calidez
en mi vientre de fuego.
Donde surgirán pasiones,
que desatarán la ira,
de los cuerpos enredados,
extasiados en la mira.
Con los ojos cerrados,
deseosa te espero,
para que vuelques en mí
delirio, pasión y desenfreno.
"Ceori"