“Hace rato que no sentía
a mi corazón de escarcha estremecerse, este otoño congela hasta los
sentimientos, pero entre el viento que golpea a mi alma a ratos fugaz e
incierta, un susurro de tu lejanía llega hasta mi oído entibiando las notas que
guardo con el perfume de tu recuerdo. Lleguen hasta ti las de mi corazón
comprimido"...
Mi
corazón y el mar ya saben que se viene un temporal, escucho las hojas de los
árboles conversar con el viento, las gaviotas con su canto desesperado, las
calles de a poco van quedando vacías, el silencio hace ruido en los tejados
rotos. ¡Ay!! este otoño crudo cómo nos ha abofeteado, son las primeras heladas,
se congela todo, hasta el soplo de amor lejano, hasta las estrofas guardadas
impacientes al calor de un recuerdo del verano.
Desconozco
el frío que por este tiempo me lleva de su mano, su piel áspera, su voz dura, sus pasos gélidos, sus movimientos
bruscos; a ratos quema y mira con ojos cristalizados que me desconciertan, no
dan ganas de salir a caminar por la imaginación, no me permite vislumbrar mis paisajes
verdes y golpea tan fuerte como ráfagas que azotan las paredes de mi alma, como
el mar que furioso arroja su espuma en el muro que lo enclaustra.
El
cielo negro se parece a las sombras de la noche, se prepara para derramar las
lágrimas por años acumulados de sequía, esta vez mi corazón tiembla, y solo
atino a tratar de abrigarlo con una
manta mágica, de esas que dan consuelo a las tristezas guardadas que salen a
deambular en estos temporales que hacen llover dentro de mi coraza.
¡Saldrá
el sol mañana!... Lo sé! … bendito cielo!!, benditas ganas de pintar la vida!!... Esperaré
paciente a que pase la lluvia…
Vivian
Ceori ©®
Paintings by Emerico Imre Toth