Amar y besarte
sumida en sueños de primavera y verano, mientras veo mi otoño que danza con las
hojas, todo a mi alrededor se congela,
me adentro en tus colores, en tus emociones, en tus añoranzas y te
enredo en mis mañanas y noches frías. Juego con la luna y con mis nubes pasajeras,
las lleno de tonadas, y solo así logro
tenerte, frente a frente inventando
momentos que llenan la habitación de mis deseos. ¡Oh! expresión de amor, amante que quiero
rasgando mi falda, apareces como un sol y me tomas de la mano, con tus notas de
piano que a través de una majestuosa voz, susurran los te amos que busco en el sigilo
de tus palabras.
Tantos
silencios que golpean mi ventana, y estás en cada rugido de mar, en cada silbido
de viento que azota mi amor que a veces
se calla, en cada viaje sin maletas y en mis vacíos que relleno con los
recuerdos que se niegan a marchar, a cerrar los capítulos que juramos sellar
caminando juntos por los caminos de arena, de alfombras marrones y doradas.
Estás sacudiendo este océano de tempestades, arrasando con los ojos desolados.
Y en las madrugadas taciturnas, llenas de evocaciones de tu mirada. Estás y
eres ese remolino que se anida en mi alma haciéndome sentir viva o tal vez
muerta, pero con la certeza de que existimos en un misterioso mundo de amores
diáfanos. Estamos y nos tenemos como una bendita obra del amor eterno, o como
el más cruel castigo de los amantes que jamás llegan a rozar su oído.
Dos
mortales que buscamos llegar a destino, pero el destino no nos pertenece, la
vida se encarga de soplar como el viento a las velas de un navío nuestras
ilusiones, nos mueve lo que planeamos, nos remueve a veces hasta el sentimiento
y aún así sobrevivimos porque nos negamos a dejar partir los sueños del mañana,
sin olvidar que mañana no es para siempre, más bien el amor que nos consume es
de ahora, nos quema, nos levanta, nos mantiene a flote y nos pertenece.
Estás porque
soy simplemente un pensamiento que dice te amo, en cada señal que acelera los latidos
de tu corazón acongojado…
“Ceori”
Pintor:
Michael Garmash