Una clínica del alma es aquella que sabe curar con la naturaleza el cansancio del cuerpo y que con el amor de los tuyos a tu alma levanta.
Corría feliz el agua por los canales de regadío. A lo lejos susurraba el río
con sus ondas congeladas. Cantaba el
picaflor, los naranjos lucían sonrojados. Y su néctar saciaba la sed de mi
boca. Por entre los pastizales se refugiaban los caballos acalorados, mientras
tras los matorrales, tal cual flor escondida miraba yo pasar esas horas que me
llenaban de vida.
Ah!!....Era la estadía en la clínica del alma, donde la naturaleza como medicina a mi pluma deleitaba. Aspiré el aroma de los sauces, sentí el agua del río en mis pies cansados, miré el cielo hasta dibujar el rostro de la alegría, dancé llena de dicha mientras mi corazón acumulaba momentos y los guardaba en la habitación especial de mi memoria. Cerré mis ojos escuchando el concierto del himno de la paz, me dejé llevar por la invitación de la armonía y como pluma ligera sentí elevarse liviana a mi alma.
Ah!!,… Ya las nubes se han ido por entre los cerros que me cobijaron, ecos de risas y danzas. El perfume de mil abrazos y una Luna llena tan mágica que convocó momentos inolvidables, indelebles a la memoria, y ajenos al paso del tiempo.
Ah!!....Era la estadía en la clínica del alma, donde la naturaleza como medicina a mi pluma deleitaba. Aspiré el aroma de los sauces, sentí el agua del río en mis pies cansados, miré el cielo hasta dibujar el rostro de la alegría, dancé llena de dicha mientras mi corazón acumulaba momentos y los guardaba en la habitación especial de mi memoria. Cerré mis ojos escuchando el concierto del himno de la paz, me dejé llevar por la invitación de la armonía y como pluma ligera sentí elevarse liviana a mi alma.
Ah!!,… Ya las nubes se han ido por entre los cerros que me cobijaron, ecos de risas y danzas. El perfume de mil abrazos y una Luna llena tan mágica que convocó momentos inolvidables, indelebles a la memoria, y ajenos al paso del tiempo.
“Ceori”