Se puede tocar con las palabras lo que no se ve con los ojos, se puede besar con poesía los labios que yacen dormidos; se puede también por un instante infinito... "¡Cambiar el mundo¡".
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lunes, 27 de noviembre de 2017

El hada azul




El hada azul cumple los sueños, así como pinocho dejó de ser de madera y se convirtió en un niño de carne y hueso.  Así es la magia que está en los cuentos y en el mundo de las hadas azules,  nos permite vivir y fantasear.

Sin embargo la vida es más complicada que los cuentos, a veces los dolores, tristezas,  fracasos y pérdidas nos dan un golpe bajo, pero la gran escuela de la suma de experiencias nos ha enseñado que eso no dura para siempre.

Imaginé un hada desde  mis 6 años, la pinté azul en honor al mar, maquillé sus mejillas con el  azul del cielo y hasta en el  ocaso pintaba… bordeando el horizonte azul,  entre esas olas bravas junto a mi isla solitaria. Ah!! y antes de caer la noche…, azul se  teñían mis ojos de aquella inefable melancolía que penetraba a mi alma.

Azul era la mañana que me despertaba en la calidez de un verano y los reflejos  de aquel cuadro maravilloso se veían en las pozas que los vecinos dejaban al regar sus antejardines.

Azul era la mirada que alimentaba la esperanza y de azul se tiñó la sangre de mis venas dejando cada hoja de este libro manchada. 

Azules  las lágrimas y las emociones contenidas en un gran baúl azul profundo, tan intenso que hasta el cielo estrellado en él se bañaba.  

Hasta las flores azules para mí solamente posaban  y que decir de las mariposas que galas azules sacaban.

Azul!! Azul!!... mi delirio que me permitió estirar las alas y azul hasta la dulzura que de mis labios emanaban. 

Y cree un hada azul, para que nadie me lastimara, a ella le debo mi pluma, a ella le confieso mi rabia y me envuelve en un abrazo azul donde cada noche mi corazón con ella se calma.

 Vivian Ceori ©®
Imagen: Web