Tengo
tanta necesidad de mirarme en tus ojos que el mundo se hace inmenso, los días y
noches aunque pasan veloces, corremos
contra el tiempo…, pero hay minutos como
estos, en que siento que tenerte es mi
derecho y perderte en la distancia es un halo funesto. ¡Pido que vuelvas amor a
mi pecho que me ahoga!, que no tengas
alas, que nada sea todo, para poder sentir que somos unísono. Soñarte intensamente
hasta poder tocarte…
¡Ay!
amarte tanto y salir huyendo… temores y
más miedos, cosas que no comprendemos… ¿en qué momento te perdí?… ¡ah… ya lo
recuerdo!… cuando al caminar ya no ibas
conmigo de la mano, cuando el beso en la mañana se congelaba,… ¡sí amor!… lo recuerdo.
Tengo
comprimida el alma contigo en mis
pensamientos, una lágrima atascada, un mea culpa a nuestros momentos, ¿qué
hicimos con ellos que se fueron desvaneciendo?… No me hagas caso amor… sólo
estoy delirando, tuve que soltar amarras
y descubrir que sin ti todo era vano, que sin ti no vivo y sin embargo moriría
por tocar tus labios...
¡Piedad!
que se comprime mi alma, mas si suena de
fondo el tic – tac del reloj que siempre
se me hace tormento. Y esas noches en que solíamos jugar a perdernos, llegan a
mi lecho triste porque te tengo y no te tengo. Porque conmigo te llevo y luego
desapareces para encontrarte de nuevo.
Ay!! vaivenes
que sólo resisten los valientes. ¡No haberte tenido más cerca y venir a
encontrarte tan lejos!, alma gemela que busco… te grito, ¡estás ahí!… ¡amor!… ¡amor!… que noche más fría y no te encuentro…
“Ceori”