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Se puede tocar con las palabras lo que no se ve con los ojos, se puede besar con poesía los labios que yacen dormidos; se puede también por un instante infinito... "¡Cambiar el mundo¡".
“No sé si será bueno que el corazón quede con
alguna abertura, un poco de aire tal vez haga daño o sirva para que
puedan mirar más allá. ... así podrán saber si soy etérea o de carne
y hueso".
De andar lerdo, aun con los moretones de las
garras de la noche, vislumbrando la luna que al ver nacer el sol hace abandono
de la mañana, y con un silencio estruendoso que no deja pasar en vano estos
días mudos. Así ando desde que volvieron mis fantasmas que me atan a esta tierra.
A veces, solo a veces!!.... quisiera dormir y soñar que estoy despierta. Pero
es al revés, estoy despierta, parezco dormida y no logro entender las voces que
me sostienen a la vida...
Podría
haberme de vuelto a la cama, reposar mis huesos adoloridos, cerrar los ojos y
dormir un sueño hermoso, pero el poder de la mañanabesó mi frente con su aliento fresco, me dejó
despiertay comencé a sentir el abanico
de sensaciones de ese andar de madrugada, no iba sola en las calles que me
llevan al colegio de mi peque. El bosque con caballos pastando, perros
ladrando,el inconfundible canto de
gaviotas, vehículos apresurados, mamás regañando y otras mimando. Miraba el
rostro de esos pequeños estudiantes, algunos vivaces, otros resignadosy aún adormiladospor el regreso a las aulas.
El sol se posó en mis cabellos y puso su mano en mis hombros, como si supiera
que cargo el peso acumulado de un largo cansancio. Esta vez me quedé quieta llenándome
de su energía, mientras cerraba los ojos pensaba en esos comienzos que no hay
que dejar a medias en el teatro de la vida, donde el actor debe continuar su obra sin
hacer notar al público sus penas y dolores del alma.
Entonces…,
proseguí mi camino hasta llegar a mi escritorio y ahí estaba, iluminado por el
sol colándose en mi ventana, con mi pc encendido esperando ansioso que llegara
y describiera el despertar de la mañana. Ah!!.. llegar a casa y encontrar las
calidez de mis paredes sólidas, evocando
la cita con mi café que aún espera para abrigar mis manos heladas, son los
aromas de vísperas de otoño que de mi jardín emanan.
Y solo después de que
sonaron tan fuertes las teclas aletargadas, solo después de ese arrebato
humano que sacaba el velo de mis ojos, solo después de llorar la marcha...
Pude mirar cómo era mi vida sin tu abismo.
De
repente cayó mi lágrima vacía y a la vez tan llena de cosas que no entendía,
cayó sonando como vaso que se despedaza en
la cerámica, estruendosamente y quedando hecho polvo de vidrio. Nada
había quedado de esa lágrima atorada que resecó mis ojeras desveladas con el
paso de los sueños que hacía dormir con miles de calmantes para
no escucharlos más, para no verlos asomarse por mi alcoba
jugando a hacerme burla.
¿Qué
podía esperar de los fantasmas que habitaban en mi cabeza, o del amor ausente y
cobarde que huía por temor a perderme?. ¿Qué podía pensar de las casualidades
que me atraparon en sus redes?.
A
ratos, solo a ratos le encontraba sentido a
esta búsqueda infinita. Dolía tragar la saliva de ese llanto
estancado, dolía no saber interpretar esas hojas negras,
me revolcaba en mis demonios internos tratando de sacar la ira.
¿Qué
podía yo saber que por dentro me estaba destruyendo como bala perforando mis entrañas y
como daga apuñalando a mi alma?. Ay!! dolor inefable, manos hirientes,
palabras llenas de sangre, ojos dormidos en el lecho de la soledad. Ay!! dolor
del alma! ay dolor! dolor!!... que me busca, me habla, me golpea, me trastoca,
me doblega, dolor! dolor!.. Dios!! …, que condena!!....
Dícese de los
cambios que siempre traen novedades, modificaciones que a veces nos
desconciertan, pero que con el tiempo nos vamos adaptando a esos vientos nuevos,
brisas llenas de transformaciones que nos van amoldando.
Acontecen brisas
versátiles, aunque la diferencia entre el ayer y el hoy se nota
bastante, son los vientos de cambios que se expresan en nuestros rostros ansiosos de recibir las nuevas estaciones. Ya fueron muchos rayos de sol
dorando mis cascadas, y muchas travesías que desviaron mi ruta. Es hora
de reconstruir lo que desarmó el paso
del tiempo, es hora de retomar aquellas sendas desiertas por el látigo de la
ausencia, es hora de retomar el hilo que me sostiene en esta ventana llena de
momentos vividos.
Sin embargo, el
ser humano necesita ver, sentir, y vivir, el ser humano anhela saber que
realmente aquella persona del todo intangible y lejana realmente existe. Es
viable y está en todo su derecho, porque el corazón lo pide a gritos, porque
los ojos exigen regocijarse con la presencia, las caricias, el amor, el
cuidado, el cariño. Y es por eso que tenemos la capacidad de aguantar, de dar y
de recibir con los brazos abiertos.
Muchos se
han marchado, nuevas alas, nuevos vuelos, nuevos intereses, nuevos proyectos.
Me gustan las cosas nuevas, pero jamás me han gustado las despedidas, me gusta
más abrazar en el reencuentro. Y aquí estamos los que nos negamos a dejar este
hogar tan lleno de personas con buenos sentimientos. En honor a ustedes mi
pluma sigue escribiendo, y vuela junto a aquellos que aún vibran con la tinta
de esta gaviota, poeta, a veces tan fugaz como el viento y otras veces muy ensimismada y
quieta.