No se le teme a las sombras
cuando la luz sonríe para darle paso al beso mágico de la noche.
Ahí!!... entre mis sueños que iba tejiendo en el
camino, deslizándose como suave caricia y a la vez arremolinando el pecho, que suspiraba
confundido, el sol se debilitaba de una manera magistral, las nubes negras le
quisieron tapar, pero indeciso y tímido
se filtraba el azul de mi adorado mar, mientras el sol destellaba con su adiós
silencioso.
Escondióse entonces de mis
ojos cansados, las luces artificiales le acompañaron, mientras se iba sin mencionar mi nombre, pero
los ecos salían desde el otro lado. Me quedé esperando que las coronas del
cielo en mi noche se volcarán, y ahí estábamos... él y yo mudos en la nada, como
si el viento audaz mi rostro besara. Se despidió de mí sin decir nada, y aún
así feliz… le esperaré mañana.
"Ceori"