Los amaneceres son un destello de luz en las sombras de la vida,
en ellos podemos despertar cada día. Hoy mis ojos no se negaron a ver esas nubes
viajeras, hoy levanto la mirada y vuelo junto a ellas.
Siento que vengo despertando de un largo sueño, mis alas aterrizaron después de largos vuelos. Miraba desde mi lecho como se iban durmiendo conmigo; mi sonrisa, mis luceros, mis proyectos, mis anhelos.
Y comprendí que dormir era la cura a tantos
desvelos, comprendí que el silencio era el premio a tanto grito martilleando en
mi oído, comprendí que perderse era volver a encontrarse.
...Y aquí estoy de nuevo, sin promesas ni
juramentos, sin fecha estimada y sin despedidas, sólo reencuentros. Porque la
vida es así, no podemos programar todo lo que queremos.
Y en ese ir y venir donde nos damos cuenta de que
tenemos el universo prestado, en esa huella que vamos dejando sin que a veces
lo notemos, en esos avatares de la vida que nos abofetean, pero a la vez nos
van fortaleciendo, es cuando la palabra "Paciencia" se vuelve amiga,
"todo llega a su debido tiempo". Y..., aquí estoy de nuevo abrazando
a la amig@, al confidente, al compañer@.
Sentada en esta orilla contemplando la belleza de
las alas, y le preguntó al corazón - ¿estás dispuesto a remontar de nuevo?- ...
un poco atolondrado con las secuelas de los medicamentos, no duda por un
momento y dice - si!!.. hemos aquí.... intentémoslo otra vez... Volemos!!.
Vivian Ceori ©®
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