Se me agotó la noche entre versos y quimeras; me abandonó la almohada de tanto pensarte, el reloj agonizó antes de llegar al alba, aullaron las sombras que me rondaban y huyeron los pájaros de mi tejado.
Lento es el latir de mi corazón compungido, larga es la alfombra de hojarasca del otoño que me arrulla, triste es el cantar de mis versos, todo porque tú no estás deambulando por mis sueños.
Y en el sepulcral silencio que te nombra, rasguño a la noche para que te diga todo lo que tu ausencia me lastima, pero no me oyes desde la otra orilla.
Se me agotó la tinta, se me cerraron los ojos, ¡se me fue la vida!.
Vivian Ceori ©®.
Chile, 2017/2023
Lento es el latir de mi corazón compungido, larga es la alfombra de hojarasca del otoño que me arrulla, triste es el cantar de mis versos, todo porque tú no estás deambulando por mis sueños.
Y en el sepulcral silencio que te nombra, rasguño a la noche para que te diga todo lo que tu ausencia me lastima, pero no me oyes desde la otra orilla.
Se me agotó la tinta, se me cerraron los ojos, ¡se me fue la vida!.
Vivian Ceori ©®.
Chile, 2017/2023
Pintura: Ruben Cavallini (Soledad)
Qué nunca, nunca, aunque sea metafóricamente, se te vaya la vida!
ResponderEliminarTu vida vuela en los sueños, y los concretas.
Tu fortaleza es alimentada por tu Mar que te canta y sosiega.
La nostalgia de lo “que no es” te habita.
Pero tu pluma te libera con tu prosa prodigiosa.
Gracias por compartir.
Viaja mi abrazo!🤗😘