Cuando las fibras del alma gritan te
amo, cuando el mundo confabula para confesar al corazón, cuando la noche se
hace cómplice y la mañana te sorprende con el te amo ungido en los labios.
Ahora que mis brisas tibias se despiden, ahora que se deshojan mis rosas,
sembrando una alfombra roja en mis jardines, ahora que mis caracolas se
refugian de la llovizna y mi corazón se regocija de momentos. Ahora que
comienzo el conteo de los últimos días de verano, tu silueta se pasea entre mi
ausencia y tu voz ruge entre mis olas reclamando el lugar que te he
quitado. Ahora que te alejo de mi vida, ahora que con más fuerza soplo
los sueños mutilados por el paso de los años.
Ahora que más borro tu recuerdo, tu nombre hace eco en mis cerros azulados y el mar sabe que aunque entierre mil veces el pasado, el remolino que por dentro guardo se escapa como ráfaga a golpear mis tejados y cae entre las grietas de mi alma ventilando este amor desconcertado.
Hasta la luna se ha guardado estas noches para no salir a buscarte, entre la añoranza y el bagaje de mis pasos a estas alturas perdidos en sendas inexistibles, aflora tu perfume inefable como lo fueron tus besos invisibles. Y reclama mi pluma que se desvanece ante tus promesas estancadas y deshechas en túneles ya olvidados.
Ahora que he despertado de este cuento, me doy cuenta de que no eras real, ni hombre, ni menos el amor que yo he esperado. Ahora que te busco y no te encuentro, mis hojas se despiden de este engaño. Ahora que me miro y no estas tomando mi mano, esta gaviota vuela, ¡vuela por cielos desconocidos tratando de restaurar el edificio que construimos en las nubes!....
Ahora que más borro tu recuerdo, tu nombre hace eco en mis cerros azulados y el mar sabe que aunque entierre mil veces el pasado, el remolino que por dentro guardo se escapa como ráfaga a golpear mis tejados y cae entre las grietas de mi alma ventilando este amor desconcertado.
Hasta la luna se ha guardado estas noches para no salir a buscarte, entre la añoranza y el bagaje de mis pasos a estas alturas perdidos en sendas inexistibles, aflora tu perfume inefable como lo fueron tus besos invisibles. Y reclama mi pluma que se desvanece ante tus promesas estancadas y deshechas en túneles ya olvidados.
Ahora que he despertado de este cuento, me doy cuenta de que no eras real, ni hombre, ni menos el amor que yo he esperado. Ahora que te busco y no te encuentro, mis hojas se despiden de este engaño. Ahora que me miro y no estas tomando mi mano, esta gaviota vuela, ¡vuela por cielos desconocidos tratando de restaurar el edificio que construimos en las nubes!....
Si escuchas el viento cantar de madrugada, ¡escuchalo!!.. dice en contra
de mi razón… sé que no existes… pero!!… ¡Te amo!.
Vivian Ceori ©®
Imagen: Web
“Solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a
los ojos”. (Antoine de Saint-Exupéry/El principito).
En honor a Isabel Pantoja, que ha dejado una huella indeleble en mi Chile
querido.