Desvelos que llevan a ti

Le he pedido a la noche

que mire en tus ojos,

que sonrían las estrellas

pronunciando tu nombre,

que lo que no tiene sentido 

sea tan sólo un sueño,

de esos que cuando despiertas

quieres seguir dormido. 

Le he pedido a la noche

que susurre en tu oído,

sólo palabras sensatas

que sí tienen sentido,

que disfrace la locura 

y se vuelva pergamino,

para mirarlo cual cuadro

que me recuerde en tu nido.

Le he pedido que te arrulle

como a un niño enmudecido,

que busca los senos de aquella

mujer que lo trae en vilo,

y que te abrace tan fuerte

hasta perderte conmigo,

noche donde también 

quiero encontrarme contigo. 

Le he pedido a la mañana

que despiertes conmigo

entre los sueños de ayer

que tal vez tienen sentido,

para mirarte de nuevo

y decirte bienvenido,

entra en mi lecho de amor

que busca tu nombre... ¡prohibido!. 

"Ceori"

Sonreiré para ti

Sonreiré en las copas de los árboles, 

en las calles que atraviesas, 

en la esquina en me esperas 

ver pasar en primavera.

Sonreiré en la cumbre de tus ojos, 

en tus labios de centinela, 

en tus espacios vacíos

y en tu playa morena. 

Al despertar la mañana, 

mientras camina la tarde, 

con el color de ocaso,

y en el venir de la noche.

Sonreiré entre la bruma,

en la nostalgia de otoño, 

en el correr de las horas traicioneras, 

y en la caricia del viento... 

...Ay!!... ¿quién pudiera?...

reír eternamente sin lastimar siquiera...

Sonreiré para ti 

con la mirada serena, 

con el trinar de mis aves 

que buscan tus huellas.

Sonreiré con ternura 

para acunarte en mi rostro,

para sosegar el alma 

llena de cuitas y penas.

Sonreiré para ti 

por vez primera,

sonreiré hasta el final 

de mi vida plena...

"Ceori"

El rostro de la mañana

Hoy la escarcha cubre el pasto de mis sendas, el bosque llora gotas de rocío, el sol asoma y luce las sombras de la luna, parece una primavera húmeda en pleno otoño, parece un espejo azul que se vuelca en mis cabellos negros. Camino por mis calles llenas de estudiantes que van recién despertando a otra jornada de escuela. Los perros ladran provocando el bullicio de un pueblo que a veces se escucha dormido. Y el mar hace rato que anda sigiloso, como si se estuviera callando el rugir de las olas  y el cascabel de las piedras.

El café me acompaña como todos los días, abriga mis manos frías y de a poco el calor va entrando en mi cuerpo. Ya llevo rato que ando de carreras, pero hoy, justamente hoy quiero detenerme a disfrutar ese sabor dulce de la vida, quiero acariciar con la voz a mis amigos, quiero dar las gracias por cada palabra que me devuelven. Porque no hay mejor música que la dicha, no hay mejor motor que los latidos emocionados, no hay mejor premio que abrir los ojos a un nuevo día.

“Ceori”

Amar la vida

Un rayo de luz a mi mañana, como sí el cielo supiera que de él depende la primera mirada, como si mi otoño consciente de que la luz es importante dejara filtrar en mi alma destellos de la naturaleza que a mi corazón traspasan.  Y así con ese pequeño brote de mi amanecer se van tejiendo los primeros pasos que me levantan. Atrás quedaron los dolores de ayer, hoy comienzo un descubrir de emociones y sentires que caminan conmigo. Es sólo el inicio de la jornada donde las horas irán acomodando mis huellas. Y aunque a veces la vida parezca que nos tortura con sus lecciones, dolores y enseñanzas, también nos va suavizando algunas heridas acumuladas.

He ahí donde el tiempo se hace participe y amigo de cuánta cosa nos pasa. Soplad el ayer que hoy ya es mañana, y levantad la mirada que el cielo nos habla. No dejemos que las nubes opaquen los ojos ansiosos de soñar, no dejemos que las tempestades nos arrebaten las esperanzas. Y vayamos por la vida reconociendo que es bella, ¡porque lo es!, con sus defectos y virtudes, con todos los vaivenes que ella nos declama, es digna de ser amada.

Vivian Ceori ©® 

Los caminos que te ofrezco

Los caminos que te ofrezco,

tienen piedras y defectos,

tienen olas agigantadas

y también tienen un cerco.

Los caminos que te ofrezco,

tienen sol y tienen nubes,

tienen hojas secas

y verdes aromas de invierno.

Tienen mi corazón

que se está reconstruyendo,

tienen sabor a café

y a un amanecer sonriendo.

Tienen palabras que nacen

desde que yo despierto,

tienen luna y estrellas

aunque me esté durmiendo.

Tienen historias de ayer

que hacen salir huyendo,

pero también tienen presente

que es lo que estoy viviendo.

Tienen días de ensueños

y también tienen verdades,

tienen un poco de magia

y también hay tempestades.

Los caminos que te ofrezco

tienen risa y tienen llanto,

pero también tienen amor

que ayuda a curar el espanto.

Tienen murallas altas

porque no acepto bandidos,

que vengan a robar mi amor

y me saquen del castillo.

Los caminos que te ofrezco

son para cruzar el umbral,

de la mujer que esperó paciente

al hombre que la supiera amar.

 “Ceori”

Entre la razón y la poesía

Y jugaba..., a dibujar siluetas en la nada, a saciar su sed de amores ausentes, a buscar la leche del seno y el calor del vientre. Imaginaba entre sus manos el sabor de su piel,  blanca, aterciopelada, con olor a mujer y a la vez niña encantada, con su lienzo de letras  a su antojo lo manipulaba. 

Y lo llevó como hipnotizado por sus sendas misteriosas, arrancó al poeta escondido, confesó sus palabras, verso a verso, prosa a prosa, hasta que lo dejó desnudo, tanto que hasta el sudor de su frente se volvió poesía.

¡Y recitaba!, con su voz temerosa de ser descubierto. ¡Porque tenía que guardar el secreto. - ¡Que no sepa el mundo que suspiro por dentro!!. - La política no entiende de poesía -.

¡Y se refugiaba!, en las victorias de sus batallas ganadas, en los votos que podía sumar para su campaña. Pero vibraba cuando la musa lo invitaba a perderse en las habitaciones llenas de ecos y palabras.

¡Y luchaba!, por conservar su yo racional y público. Por ir de cara a la vida y no a los sueños. Por cambiar el pensamiento de un pueblo perdido. ¡Pero!,... ¡él hacia poesía!, él besaba con el pensamiento, él necesitaba alimentarse de su pluma...

Y pensaba en el mundo de ella. Lleno de versos y fantasías, de escaleras al cielo, de acuarelas y fantasmas, de música infinita, de amores reunidos y otros abandonados. Lo anhelaba para salir de su verdad y perderse en la mentira o viceversa. Pero él era poeta y lo negaba, y ella amaba ser “simplemente poesía”.

“Ceori” 

Goterones tras los cristales

Tenía que sacar ese grito con el silencio, esconderme de mi yo que te apunta con un dedo, asimilar la decepción que al corazón desarma. Tenía que correr al botiquín y buscar esos parches especiales para que no se abrieran las heridas que otros desamores causaron. Y descubrí que te quiero, que duele abrirte la puerta y verte marchar mientras en mi interior se quiebran los cristales de mis ilusiones. Pero tenía que hacerlo!!.. porque necesito extrañarte, para que este dolor de a poco vaya saliendo, ¡porque necesito sentir que fue real y no un invento!. Porque necesito un amanecer junto a ti de nuevo. Sin embargo..., déjame ahogada en este llanto de desconsuelo, déjame volar con mis gaviotas, deja que me pierda de tu mundo, tal vez regrese de nuevo. Déjame ser libre de mis heridas y mis miedos…

“Ceori”

Café para dos

Me abrigaré con tu mañana

beso a beso perfumada,

con el aroma del café

que a mi cuerpo baña.

Me abrigaré con tu cariño

que llega a meterse en mi cama,

robándose mi amor

que hace suspirar al alma.

Y te invitaré a beber el néctar

de mis labios tan deseados,

a embriagarte de placer

por mis caminos imaginarios…

“Ceori”

Pintura:  Annick Bouvier 

A dónde está tu amor

"Tal vez en algún lugar, invisible a mis sentidos, te inventé sin saber que tu amor sería locura y ceguera en mis ojos ansiosos de poseerte".

Él…, desierto de amor y jardín de espinas.

que clava en mi pecho la fe de la vida,

que eleva mis alas y las llena de heridas.

promesa de amor que al mar motiva.

Él…, fantasma de ayer que en mi hoy camina,

presente que jamás veré en vida,

memoria fugaz que a mi corazón lastima,

melodía funesta en mi vientre consumida.

Él…, pasión y dolor que palpita en mis ojos,

manos vacías, que desfiguran mi rostro,

luz al final del túnel y a la vez despojo,

culpable de un millón de sueños rotos.

Él…,  remolino y tormenta que volcaron mi barca,

fuego que incendió mis humildes aposentos,

delirio en mis noches de sábanas mojadas,

y eterno celador de mis rincones inquietos.

Vivian Ceori ©®

Destinos cruzados

El amanecer tomó mis manos y me llevó por colores distintos, la brisa fría hacía temblar mis labios desolados, más mis ojos ya venían desde antes acompañados. Te dejé guiar mis pasos por los cerros de otros llanos, te dejé llevarme al mar y jugar con la arena blanca, te dejé entrar en mis recodos deshabitados, exhausta de estacionarme sin llegar a ningún lado. Mientras las horas iban avanzando por el trayecto de nuestras vidas.

No quisiste volver atrás, era demasiado tarde para abandonarme a la suerte de lo que deparaba el día. Decidiste dejar a un lado tus sueños y sumarte a los míos, arriesgarte a cruzar el umbral de mis letras y caminar junto a mí, sin hacer pregunta alguna. Y las horas pasaban fugaces!!...fugaces… frente a nosotros, me abrazabas como si al marchar jamás volvería a verte. Me despojaba de tu pecho cada vez que una gaviota se robaba mi atención, y en cada nube que contemplamos navegamos mar adentro.

La tarde caía, ¡quién hubiera pensado que llevábamos medio día tratando de despedirnos!, mas el tema de conversación jamás se extinguía, pero los colores cambiaban con el paso de las horas. Cambiaba también el sentir de la mañana a la tarde, hasta el corazón se agitaba de otra manera. Nuestras miradas atentas buscaban romper esa distancia de centímetros para suspirar ante el estallido de emociones, sabiendo que al caer la noche el adiós era certero. Sin embargo el destino nos tenía un mañana juntos preparado.

“Ceori”

Invítame a recorrer tu amanecer

Invítame a recorrer tu amanecer,

a saborear el aroma del primer café,

a mirar tus ojos brillar junto a los míos, 

a endulzar mis labios con tu perfume.

Invítame a caminar por el otoño,

a escuchar el crujir de la hojarasca,

a salpicarme con las olas de tu amor,

a fundirme en un abrazo infinito.

Invítame a recorrer tus memorias,

a caminar por la senda de tus manos, 

a disfrutar del mundo a tu lado,

a no medir el tiempo que se nos escapa.

Invítame a subir las escaleras del cielo,

a bailar en la cima de tus anhelos,

deja que me quede en tu despertar,

mientras voy abriendo senderos.

Y yo te invito a ser parte de mis paisajes,

aquellos que se roban mi atención,

aquellos que saben mis secretos,

aquellos que reemplazan al hombre…

¿Aceptas… amor el reto?

“Ceori”

Eres mi canto de paz y de amor

Es en ti nota de amor, que mi sentir busca tu calma.

Es en ti tecla de mar, donde se anida mi pecho.

Es en ti canción de hoy, donde te busco y te encuentro.

Es en ti hombre sin voz, que rozas mi cuerpo.

Así cada paso, lleva un latir nuevo,

Así cada mirada, lleva un gracias al cielo,

Así mi corazón te clama,  penetrando tus silencios.

Así la música lleva tu nombre en mis rincones.

Así disfruto tu paz en mis andanzas.

Y así te llevo conmigo todo el tiempo.

“Ceori”

Hablando con la carretera

Una vez más el paisaje es tan acogedor que invita a disfrutar el viaje. Estas nubes de mayo aún permanecen tibias. El clima es perfecto para deambular por el túnel del sentimiento. Los cerros hacen reverencia al cielo y como si la mano de Dios se posara en mis ojos, siento relucir mis luceros ilusionados.

No sé qué encontraré en tierras lejanas, mas si sé que mi puerto siempre me espera y que desde esta pequeña distancia, al volver lo encontraré dispuesto a darme ese abrazo de mar y de viento, tan necesarios para mi alma.

He llegado al punto en que no le doy caldo de cabeza a mis pensamientos, simplemente disfruto del momento, “simplemente disfruto el camino”. Y no sé si será la edad o el tiempo de andar en la vida que me tiene en una posición bastante neutra. Es que hace rato dejé de preocuparme por lo que no se ha hecho, mejor dejar fluir y no andar con exigencias.

Viajamos a través de los años y cambiamos. ¡Claro que sí!, lo hacemos, y ha de ser que todo cambio es para mejor (ojalá siempre así sea). Sin embargo siento que rejuvenezco entre esas canas de la experiencia. Vuelvo a rescatar a la niña, vuelvo a jugar con mis cabellos, y vuelvo a suspirar como una adolescente sólo al imaginar que podré volver a tenerte. Me veo en los sueños de mis hijos y siento que retrocedo años de mi memoria guardada. Los miró con orgullo y abrazo sus alas. Aunque en este viaje interminable ellos tomarán otros rumbos. Siempre quedarán las raíces, siempre habrá un lazo de sangre.

¡Ah!... bendito perfume de recuerdos que será mi alimento para esos días de soledad, cuando la ausencia se cuelgue como cuadros en las paredes de mi casa. Entonces evocaré esos viajes llenos de presencia y me vestiré de amor infinito.

Autor: Vivian Ceori
Derechos de Autor Reservados
Santiago de Chile

Dime a dónde está tu amor errante

Dime a dónde está tu amor errante

o si acaso me lo inventé yo,

si la noche se vistió de traje

o mi demencia me encarceló.

Dime si te dibujé en mi mente

o te atraje sin medir la pluma,

si mi voz te alcanzó en la bruma

o fue causa de mi chifladura.

Dime si de verdad existes

cual silueta entre las nubes,

si los remolinos de mi alma

azotaron tus sombras oscuras.

Dime tú…, hombre invisible

si Eva pecó de lujuria,

al dejar que tus manos

moldearan su hermosa figura.

Y si el paraíso existe

¡Ay! cual fue nuestra duda,

si al morder la manzana

nos embriagamos de dulzura.

Dime a dónde está tu amor,

ese que desnudó a mis ojos,

aquel que volvió mi cuerpo

cuna de pasión y reboso.

Manantial en la sequía

primavera en el despojo,

donde mariposas sentía

y nos llenamos de gozo.

Dime tú..,  mi amor errante…

si el ayer se nos esfumó,

y aquí mismo estiro mis alas,

aquí calló mis penas de adiós.

Vivian Ceori

Esas manos que besan

Esas manos que besan,

esas manos que aprietan,

esas manos que abrazan

como el perfume a la rosa,

que la envuelve en su esencia.

Cuando la vida pesa

sin medir siquiera,

dolores del cuerpo y alma

taciturnos en mis riveras.

Llanos se hicieron cerros

de ellos rodaban piedras,

cual de todas más grandes

…ay!! como si cada una

a mi corazón aturdiera.

Mares se hicieron llanto

entre la bruma y la lluvia,

en que mis nubes grises

a mi silueta envolvieran.

Y un yugo sangriento

me despojó la cordura,

para venir a enterrarme

puñales de extrema locura.

En que las noches fantasmas

a mis sueños acudieran,

para escuchar mis lamentos

entre ciudades y selvas.

Y un ocaso de fuego

a mis ojos encendiera,

una tarde en que mis pasos

volaron entre mil piedras.

A llenarme las pupilas

apagadas en mi lecho,

¡Ah!...entre las nubes rojas

mi latir se hizo intenso!.

Esas manos que besan

tuyas, suaves y certeras,

cobijaron mis silencios

hasta poner la luna llena.

“Ceori”

Vuelos de esperanza

Vuelan los pájaros que poblaron mi alma,

vuelan las alas que hicieron pausas,

vuelan las horas a la espera de tu llegada,

vuelan mis besos a tu mañana.

Como vuelan mis plumas amodorradas,

como vuelan mis ojos en tu muralla,

como vuelan las hojas de mi otoño

…buscando  el camino hasta tu cama.

Vuelan al amanecer y al caer el ocaso,

vuelan en las tardes lánguidas

acelerando el paso,

vuelan con la esperanza

de encontrar tus brazos.

“Ceori”

Llueve y tú en mi mar de recuerdos

Soplan vientos de lluvia,

tímidas se sacuden las hojas

entre estas nubes tibias.

A ratos suelo formar figuras en el cielo

y los pájaros huyen de rama en rama. 

Siento crujir los pasos en la arena,

el agua rugir entre su frondosa espuma.

El corazón latir acelerado, Vivo!!

…de tanto alzar sus alas,

mientras las ausencias emigran

y se va asentando la presencia

de aquellos que marcharon.

¡Vuelven las sombras que no asustan!,

y todo aquello que puede ser gris,

lo transformo con mi paraguas

de ilusiones infinitas.

Cae gruesa la lluvia, mientras

los pétalos de mis rosas se deshojan,

se arremolinan las hojas amarillas

de tus cartas al viento,

se suben a esa barca

mientras corro detrás de mis sueños,

y mezclo las gotas del mar y del cielo

para bañarme con tu recuerdo.

“Ceori”

Si te besara

Le vi…, en mi amanecer brillar sobre mi techumbre, entre mis nubes negras que se abrían, mientras aún caían las gotas de la alborada.

Si te besara la boca de mis versos

o el mar hablara contigo

de lo mucho que te siento,

si al menos el cielo confesara

con sus rayos de sol ardiendo,

que te quiero  aunque la tierra tiemble

y los volcanes derramen su lava

sobre mis cerros.

Si te besara desde mi alba,

hasta tu noche que camina somnolienta,

y entre la luna que toqué con la mirada

mis nubes negras se desvanecieran.

Si al menos la abeja a la flor contará,

que la miel de mis ojos te embelesa.

Y que las gotas de rocío,

mojan mis labios de ciruela.

Ay!! si te besará con la luz de las estrellas

y mis gaviotas tu amor me trajeran…

“Ceori”