Poesía, relatos, música, mar, fantasía, imágenes, galería de arte, paisajes, libros y vídeos.
Se puede tocar con las palabras lo que no se ve con los ojos, se puede besar con poesía los labios que yacen dormidos; se puede también por un instante infinito... "¡Cambiar el mundo¡".
Bombea entre aromas verdes, cantos de pájaros,
susurros de mar. Vibra tan solo con verle llegar, salta de alegría cuando lo ve
pasar, y se queda mudo cuando no quiere hablar.
Las letras
me reclaman, la mañana me encontró callada
en aquellos caminos por un bosque mágico que cada día me devuelve el
aliento para comenzar el día, el trinar de aves trata de despertar al sol que
se esconde detrás de estas nubes primaverales y otoñales. Entonces!!... me
detengo a contemplar desde mi mundo de poesía las señales que aparecen en cada
paso que avanzo, mi corazón estuvo a punto de renunciar al exigirle tanto
esfuerzo. Hoy lo dejo que me guíe, porque
a veces el corazón necesita fundirse en los sentimientos, necesita parar
para poder escuchar sus latidos, para reconocer sus emociones, para entender a qué
le encuentra sentido, descubrir con que vibra y sacudir las penas que se van
sumando con las decepciones.
Me encanta
cuando la mañana me abraza y los sonidos
se convierten en música, pareciera que todo se confabulara para adentrarme
en un mundo de ensueño. Simplemente me dejo llevar por ese arrebato tan
necesario para mi alma y mis sentidos se van alimentando de las sensaciones,
hoy mi cuerpo se queda quieto para deleitarse con la belleza que me rodea.
Y así las
hojas del diario de la vida se van sumando a este gran libro que cada uno
escribe, llenándolo de matices, de días claros y grises, del aroma de las
estaciones, de la necesidad tan grande que todo humano tiene, “sacar fuera todo
aquello que nos aquieta”, para poder caminar sin peso en nuestras espaldas,
para alivianar la carga de todo aquello que nos perturba.
Porque
tenemos el poder de la resiliencia, porque con ternura hasta el día más oscuro
se pinta de optimismo… Escuchemos al corazón cuando nos dice basta y nos
daremos cuenta de cuánta razón tenía, cuando le miras desde la profundidad del
alma.
“Cada
vez que te vayas de vos misma no olvides que te espero en tres o cuatro puntos
cardinales siempre habrá un sitio dondequiera con un montón de bienvenidas,
todas te reconocen desde lejos y aprontan una fiesta tan discreta, sin cantos,
sin fulgor sin tamboriles, que sólo vos sabrás que es para vos”. (Irse.
Mario Benedetti)
En
esas largas ausencias que esta renovación ha traído, en esos silencios vacíos
de versos y poesía... déjenme decirles que todo está lleno de palabras y recuerdos.
Es por eso que no hay agonía... Es por eso que voy haciendo camino, porque
estoy segura que tarde o temprano lograré cruzar distancias, fronteras, mares y
llegaré hasta la otra orilla con mis hojas al viento.
Sembrar
es una tarea que necesita cuidado y tiempo, sin embargo también se necesita
compañía, saber y sentir que hay alguien a tu lado en esta nueva misión de
despertar el interés al mundo por el arte y la literatura.
Somos lo que vamos construyendo y con ello vamos alimentando
el alma, vamos llenando de vida la sangre que corre por las venas, vamos
entregando oxígeno a los pulmones...
Entonces
el cuerpo se vuelve de acero ante tanta cosa que queda por cambiar y parecemos
que vamos contra los molinos de viento, sin embargo vamos dejando nuestro
granito de arena...
Todos
juntos formamos una playa donde cada ser y cada palabra, deja una huella
indeleble en nuestra memoria.
Es en ella donde veo tus
ojos buscando a los míos en noches donde no podemos tomarnos de las manos, en
ella poso mi amor lejano y dejo un beso para que navegue hasta el otro lado.
Otra vez noche en penumbra
donde
en brumas veo a la Luna,
tu
nombre mi mente repite
y
mi corazón te evoca.
Entonces…
Te
busco en los recuerdos de manos tibias
y
en los de escarcha con mi alma temblando.
Entonces…
El
rugir de las olas te llama....
¡Amor
mío!.. ¡amante!.. ¡fantasma!....
¡compañero!...
¡aliado!...
y
un suspiro hondo me despierta.
La Luna embruja…
el
mar canta... mi pluma vibra, mis ojos brillan...
La medianoche me atrapa entre
sus laberintos de agua, sumida a la luz
de la luna los versos callados hablan…
Escucho
el murmullo de tu pensamiento tratando de llegar a mi oído, y escucho las dudas
de tu corazón inseguro. -¿Será real o fantasía que logré rozar sus labios?.. ¿o
seré yo mortal hombre que yace como un loco enamorado?.
En mi noche te pienso, sin evocarte, sin extrañarte, porque
sé marcharás como otros marineros. Y me quedaré otra vez con el mar como fiel
amante. -No tengas celos de nada- dije esa noche de confesiones. Pero omití
decirte que corro a él cuando el dolor me embarga, que le entrego mi vida, mis
lágrimas y que después de haberme sumergido en sus aguas, salgo a la vida como
si nada me lastimara...
Así que te confieso; tenle celos al mar, a la noche y a la
mañana, a la luna y a las estrellas, porque ellos ocuparán mi tiempo y mis
pensamientos. Tenle celos a cada palabra que moldea la figura de mis versos. Y
tenle celos al olvido que borra las huellas de aquel que no es digno de mi
mirada.
...Escucho la noche, mis olas me hablan, me desvela el sonido
de la lejanía y me preguntó - ¿cuán duro
es mi corazón para soportar una y otra vez el abandono?-. La respuesta llega en
seguida, son mis alas, asusta tanto mi vuelo que todo se hace pequeño ante su
grandeza.
Entonces;…
bajaré la guardia y seré mortal, seré mujer, seré aliada... pero me guardaré el
secreto del misterio de mis ojos.
Y te inventé;... con la invitación de tus manos dibujando a mi
figura, con el fuego de tus ojos devorando a mi ternura, con tus sueños húmedos
clamando mi piel bajo la tuya...
Inventaré para ti una historia sin pasado, te esperaré a cada
llegada con el beso acumulado, sonreiré en tus ojos que tanto me hablan y te
dejaré partir sin cortar tus alas.
Me guardaré los miedos, las preguntas, los sueños que de vez
en cuando se tejen en mi mente. Calmaré estas inmensas ganas de verte, me
dormiré sin ti al alba y me acostaré contigo sin tenerte.
Veré el amanecer con tu nombre en mis labios, con tu recuerdo
destruyendo mi coraza, me bañaré en la nostalgia de la ausencia y me refugiaré
bajo el amparo de la luna, en esas noches en que a solas mi cuerpo busca llegar
al calor de un abrazo.
Inventaré que te conozco desde siempre, que tu mirada solo a
mí me pertenece, que el brillo de tus ojos es consecuencia de las caricias que
nos entregamos sin medir lo que el corazón siente.
Y me guardaré este amor..., lo esconderé del mundo y de la
gente, de ti, de mí y de quien lo comente...
Abrigo con el calor del café mis manos, me sumerjo en la oscuridad de su fondo y suena un eco
entre mis montañas oceánicas, la nota
que lleva tu nombre, mi piel se eriza, mi corazón se estremece, y el mar me
calma…
Somos
dos locos suspirando de amor, que escondemos nuestros sentimientos por miedo al
dolor, somos la luna que sigilosa espera al sol, soñando con el encuentro
que pueda llevarnos a nuestro lecho de amor o de adiós.
¡Ay!!...
en este invierno de gélidas madrugadas, la noche y el día, ¡amor mío... nos
separan!, somos dos almas sufriendo desamparadas, sin la mano que aprieta y el
abrazo que nos arma.
Somos
miradas distantes y ensimismadas, pero con el corazón ardiendo en llamas, somos
dos locos tan cuerdos, que la verdad nos desnuda, sabiendo que nos necesitamos,
vivimos en brumas.
Somos
fantasmas metidos en sábanas, invocando la piel y el sabor de los besos. Somos
canción que cala los huesos, nos estremece la voz del violín desgarrando
nuestros secretos.
Somos
sin duda un suicidio de amor, que se escribe entre sombras y llantos sin voz.
Somos la espada que penetra en el pecho, que hace sangrar al alma y al corazón
deja perplejo.
Somos
el fuego que hierve en las venas, que se apaga con lágrimas tuyas, mías..., del
cielo y de la tierra... murmullo inconsciente lleno de quimeras, somos dos locos muriendo de pena...
"Ahora
que trato de imaginarte solo te pido tres cosas: Piérdete en el mundo de mis
ojos, encuéntrame en el silencio que nos estremece e inmortalízame en la
habitación de tu memoria..."
Cuando el corazón reclama la presencia del otro; a veces me acompaño de mar y de
sueños, a veces como hoy salgo a
ventilar mis pasos, a ver si me abriga por estos días gélidos, el calor de los
recuerdos…
Dejóse
la mañana ausente mientras el mar la robaba,
Seguirán
lloviendo ausencias, pero con la cordillera nevada, el mar crecerá de
dicha, las nubes danzarán de la nada y las aves alzarán sus alas para volar a
favor del viento…, y seguiré anclada a este muelle con mis ocasos gélidos. Ah!! te juro que recordaré el calor
del verano...
Hay
esperas que no se cansan de ver cómo pasa la vida frente a sus ojos, sentada en
cualquier orilla donde el mar golpea con furia, ahí se calma toda la ansiedad
de una larga espera.
Aprender
es el arte que todos podemos practicar, aprendo cada día las cosas que la
escuela de la vida me enseña, desde hace un tiempo que aprendí a mirar
con más agradecimiento los amaneceres, aprendí a dibujar sonrisas en los
rostros tristes con un simple hola, aprendí a guardar silencio cuando se debe,
aprendí a respetar mis tiempos, a delegar funciones, aprendí a guardar momentos
para alimentar a mi alma.
Aprendí
a soltar amarras lo que no significa que hice abandono, aprendí que cuando
entregas sin pedir algo a cambio el premio es reflejarse en la alegría del otro,
aprendí que cuando retrocedes es para tomar impulso, aprendí que enseñar saca
al maestro que llevas dentro, aprendí que las lecciones a veces hay que darlas
dos veces, aprendí que quien te ama en silencio de repente explota y no se lo
guarda por siempre.
Aprendí
que la vida no es un cuento de hadas, pero si la miras con los ojos de un niño
siempre hay un final feliz. Aprendí que ese trozo de tu memoria olvidada,
espera paciente a un ser que la despierte, aprendí que llorar no solo saca el
dolor sino que también alivia el peso de las tristezas. Aprendí que renunciar
no es un fracaso, sino desviar el camino para buscar nuevos rumbos.
Aprendí
que la humildad abre las puertas del mundo, aprendí que la calma llega cuando
evitas los arrebatos de la ira, aprendí a no juzgar porque nadie sabe las
vueltas de la vida. Aprendí que cuando sufres en algún momento se nivela la
balanza, que cuando te valoras y te respetas tus pasos son más seguros, aprendí
que la caridad del amor comienza por casa, y que cuando has perdido algo o a
alguien es porque así debía ser, aprendí que la culpa y el rencor no dejan ver
con claridad la salida.
Aun
hay tantas cosas que aprender, tanto camino que sembrar, tantas almas que
acoger y aún nos queda tanto que contar.
¡Os
amo, os amo, bocas de los poetas idos, que deshechas en polvo me
seguís consolando, y que al llegar la noche estáis conmigo hablando,
junto a la dulce lámpara, con dulzor de gemidos!. (Del poema mis libros –
Gabriela Mistral).
Llenaronse
de agua los ojos míos
como los
ríos de tu Valle.
Llenóse
el corazón de amor y brío…
Llenóse
mi despensa de tus letras.
Entre
miles de pensamientos compungidos
apretado
el corazón y atragantada la lágrima en mi pecho
…desbordándose
como un milagroso embalse.
Entre miles de cerros habitados por tu memoria,
en cada
sollozo del alma me traspasaron tus pupitres.
¡Oh!
maestra de ecos y verdes caminos
que
ensoñaron a mi pluma delirante.
A ti te debo la fórmula de mis palabras,
sosiego
de mi infancia errante y moribunda...
donde en
el mar con el canto de las piedras
…titilaba
entre mis olas… ¡tu nombre!!... Gabriela.
Un beso.
Y qué si te beso de entre tantas formas que puedo besarte, o tal vez, y solo
tal vez, puedo quedarme en la contemplación eterna, admirando cada línea de tu
rostro que refleja una belleza envolvente y embriagadora. Tal vez solo te mire
porque no pueda besarte y tal vez te mire como tantas veces, porque beso uno a
uno los recuerdos que guardo de ti.
Si alguna
vez me encuentras despertando en tus recuerdos, bésame para ensoñar a tu alma,
si me ves callada ¡bésame para sacar de mí las palabras atascadas!, bésame
aunque yo no sepa que me besas y que me amas, bésame en la agonía y en la
esperanza de un nuevo día, bésame en la noche mientras la Luna nos habla...
Porque te
beso cuando sueño despierto y hasta cuando te veo dormido, porque no te suelto
y porque te llevo conmigo pegada a mi piel y a mis recuerdos, porque la ilusión
de tenerte se ha perdido, porque mi vida tampoco existe, porque no somos nada
sin un beso, porque no tengo nada sin una mirada tuya, mi vida ya no existe si
es que te he perdido, antes que todo mejor te beso...
Bésame y
no te importe cuan lejana me sientas, o cuan perturbada esté mi vida, si no hay
respuesta o si paso de largo al saber que estás ahí... igual de consternado,
que mis palabras mudas que a gritos te llaman. Bésame y no temas al olvido, ni
a la tragedia de perderme, porque si me besas... ¡amor si me besas!... ya me
tienes contigo.
Te beso
porque te siento en el último hálito que tengo guardado de mi memoria y en mis
recuerdos. Yo sin ti y tú en el olvido sin pensar y sin saber que fuimos y
tuvimos, sin sentir que vivimos, sin saber que nos besamos... ¡Ya nada importa!
y aún así, te beso en un beso envolvente y seductor que recorre los rincones y
las intenciones que esconde tu cuerpo, te beso tan sutil y delicadamente que
pueda ser más brusco el sentir de una brisa que el roce de mis labios por los
tuyos en un beso.
Bésame en la locura y en la cordura, bésame pero no solo los labios, bésame el
cuerpo y besa el alma, entibia con tu pasión mi vientre desolado, siente mi
palpitar agitado y alborotado haciendo música, dibuja en mi espalda con tus
dedos un pentagrama...,y ¡toca!!.. toca aquellas notas que nos acompañaron en
noches infinitas de besos repartidos en miles de caricias.
Te beso tiernamente mientras siento tu mirada. Te beso con mis ganas prendidas
a tu piel. Te beso mientras te acaricio toda al recorrido de mis dedos por tu
espalda y en una caricia que interminable me extravía los sentidos.
Bésame suave como si el beso no rozara, y bésame tan profundo que no quisiera
soltar a tu boca, déjame con ansias de beber tu amor a sorbos, gota a gota
hasta agotar el tiempo que nos separa... Bésame hasta que con una lágrima de
dicha confiese amado mío que por un beso tuyo mi vida diera...
Te beso
al mirarte, mientras me miras y me pierdo entonces porque en ese beso lo hemos
dicho todo, más allá de todo. Te beso durante el día y más te beso por la noche
que descubre los secretos enclaustrados... te beso!!.
Te beso
en un escalofriante recorrido de emociones que estremecen mi latir y me hacen
sentir más vivo a cada instante queriéndome olvidar y fugarme en otro beso
tuyo. Te beso en un beso más que me consume y estremece al sentir tu piel en mi
piel, tu calor en mi calor tu beso y mi beso. Te beso mientras ríes pero
también te beso mientras lloras,… ¡no me límites!.
Te beso en las noches frías, mientras mi corazón se vuelve escarcha, y mis
manos se entumecen antes de llegar al calor de tu hoguera. Te beso con mis ojos
cerrados imaginando que con un beso tu amor me perteneciera. Te beso en la
agonía de mis delirios donde tu boca encuentra a la mía y juntos a la ironía de la vida nos revelamos.
Deja que
con un beso mío pueda enjugar cada sentimiento de pena y de amargura, deja que
llegue mi alma a ti en ese beso que te impulsa y te levanta. Deja que te bese
porque en cada beso me brindo a ti en una forma total y absoluta.
Amado mío...
Si alguna vez me encuentras... ¡bésame!!...
¡No me
detengas!, déjame besarte y siénteme, porque soy tuyo, en un beso déjame ser en
ti por siempre y para siempre, en ese y en todos mis besos soy en ti porque es
inevitable.
No te
detengo… Bésame!!... ¡Bésame toda!!...
Déjame
ofrecerte lo único que tengo en un beso, déjame besarte y déjame vivir en un
beso que te diga: TE AMO… PORQUE TE AMO! …
Deja que
ese TE AMO, despierte el latir de mi corazón marchito… y besa mis lágrimas que confiesan por única
vez y ante Dios cuanto TE AMO.
Somos una novela extensa, artífices de nuestra
propia historia, tratando de mantener intacto el escenario que la vida nos ofrece, en cada
actuación dejamos un guión que podrá ser
interpretado por otras personas, es así como a veces las historias coinciden; unos
entran y otros salen sumando experiencia a los años.
Le he confesado a la luna tantas veces mi delirio por tu
amor,
tantas
veces el mar ha gritado junto a mi tu nombre,
y busco
tu apellido entre los pliegues de mis sábanas.
Suena de
fondo esa melodía que me niego a escuchar
pero
viene llenando a mi corazón
de una historia que estremece
y a la
vez remueve todos esos días, meses y años
en que
besé tus labios, acaricié tu cuerpo,
y te refugié en mi seno solo con el poder de la
poesía.
Aún imagino tus ojos, esa mirada del primer encuentro,